Saltó la sorpresa el 6 de enero. La hermana Simona Brambilla, misionera de la Consolata, fue nombrada por el papa Francisco como prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Para muchos, podría ser una anécdota. Pero para los que recorremos la vida desde el camino de la Vida Consagrada y transitamos día a día siguiendo los avatares de ese mundo, va más allá de ser solo una buena noticia. Es más, no sólo es una noticia, sino el inicio de un camino plenamente sinodal y querido por el talante de Francisco. Supone un hito para cerca de 780.000 consagrados, con una gran mayoría mujeres. Comienza una forma de gobierno con nombre de mujer, con pensamiento de mujer que no es exclusivo, pero sí novedoso y esperanzador, diferente al que hemos conocido.
El español Ángel Fernández Artime, nuevo Rector Mayor de los SalesianosSe abre un camino donde se dará un liderazgo con otro talante, no solo por el hecho de ser mujer, sino porque se compartirá de manera fehaciente con el salesiano Fernández Artime, cardenal y pro-prefecto del Dicasterio. Supone que una Vida Consagrada al servicio de la Iglesia y del mundo, se hace más sinodal desde la cabeza y donde lo femenino, no nos cabe ninguna duda, vehiculará acentos, modos, expresiones diferentes, aunque complementarias del ser masculino y que brotará desde el seno del Dicasterio.
Talante sinodal
Me venía a la mente la imagen del Consejo de Seguridad de la ONU, cuando los responsables de los países se sitúan con los brazos y papeles encima de la mesa y los subordinados en sillas, detrás, que no sé si en algún momento del diálogo les permiten hablar. Y, salvando las distancias, ahora la hermana Simona ocupa un lugar en la mesa, como todos, sin estar detrás y a la expectativa, pudiendo decir aquello que, desde su sensibilidad de consagrada puede poner en juego para un mejor servicio al gobierno de la Iglesia desde la parcela encomendada. Será bonito escuchar en las reuniones de prefectos delante del Papa, la palabra al mismo nivel de escucha y decisión de la hermana Simona como la que tienen los otros prefectos.
Junto a su breve experiencia como Secretaria del DIVCSVA, añade el conocimiento y el pisar el barro cotidiano como misionera en Mozambique. Aúna en su persona un saber práctico de cercanía con los débiles que, seguro, hará valer.
Nuevos liderazgos
Es de agradecer que haya aceptado este servicio. Seguro que, en la multitud de frentes abiertos que tiene el Dicasterio, no le temblará el pulso a la hora de solucionar los problemas. Es verdad que tendrá que encontrar en las Congregaciones colaboración; pero necesitamos líderes que nos impulsen, alienten y ofrezcan perspectivas de trabajo fecundo y eficaz. Y ella, con su amplia experiencia en gestión institucional, liderazgo y acompañamiento personal, no solo desde el despacho, sino a pie de calle, puede ser un buen antídoto para una Vida Consagrada que no desea vivir de las rentas o anclada en el pasado.
Trabajo tendrá y será bueno no olvidar alguna oración en las comunidades por su labor. Y desde su nombramiento, como manifestamos en la carta que desde CONFER se le envió, queremos estar a disposición para un camino compartido, conjunto y eficaz. ¡Gracias, Hermana!
Texto: Jesús Miguel Zamora, FSC. Secretario general de la CONFER
