Madrid, 10 de septiembre de 2018 (IVICON).- El pasado viernes 7 de septiembre, comenzó en la Sede de la CONFER el trabajo de la Misión Compartida. Lo hace con el frescor de lo nuevo y la experiencia de lo andado. Después de cinco años recorriendo el camino de “Juntos Somos Más”, la Confer se ha replanteado la manera más adecuada de ir avanzando en los procesos de Misión Compartida y de ir dando respuesta a las necesidades que los Institutos demandan, intentando atender a los procesos generales y a las situaciones concretas en cada uno se encuentre.
Se ha creado una nueva estructura llamada a reforzar, impulsar y ayudar a los Institutos en la Misión Compartida. Está configurada por tres equipos de trabajo: El “Equipo Directivo” encargado de marcar las líneas generales, compuesto por la Secretaría General de la Confer, Belén Blanco de la Familia Marianista y Juan García de la Familia de la Salle; el “Equipo Motor”, formado por Responsables y/o Delegados de la Misión Compartida y el Laicado en sus Institutos. Trabajarán en tres ámbitos, la formación, la comunicación y el acompañamiento, objetivos como profundizar en la propia formación, elaborar un plan general de la formación en Misión Compartida, elaborar módulos de formación adaptables a necesidades concretas, crear y difundir materiales y acciones que recojan la reflexión y la actividad que se vaya realizando, responder a las peticiones de acompañamiento sobre procesos de Misión Compartida a los Institutos que lo demanden…; y un tercer equipo, el “Equipo Dinamizador” quien ayudará a planificar y organizar las orientaciones del Equipo Motor de modo que lleguen a todas las personas comprometidas con la Misión Compartida.
El día 7 de septiembre se reunió el Equipo Directivo por segunda vez y el Equipo Motor por primera vez. Se inicia la andadura sobre la experiencia de “Juntos Somos Más” a través de la cual laicos y religiosos de diferentes Institutos han colaborado a crecer en comunión, en intercongregacionalidad, en definitiva en Misión Compartida. Todos juntos seguiremos creciendo en el dinamismo de la misión, respondiendo a la vocación a la que cada uno está llamado por un mismo Señor, en una misma Iglesia.