Madrid, 6 de octubre de 2015 (IVICON).- Cáritas Española ha presentado su la Memoria 2014, en la que destaca que durante el último ejercicio invirtió un total de 305.615.095 euros (un 5% más que en 2013) en los distintos proyectos, centros y servicios de ayuda.
La Memoria –realizada con datos aportados por las 70 Cáritas Diocesanas y 7.525 Cáritas Parroquiales y centros que integran la Confederación Cáritas Española- ha sido presentada en la sede de la institución por monseñor Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara y responsable de Cáritas en el seno de la CEPS (Comisión Episcopal de Pastoral Social), junto al presidente y al secretario general de la Confederación, Rafael del Río y Sebastián Mora.
Rafael del Río señaló que los datos de la Memoria reflejan el lema de la campaña institucional “Practica la Justicia, deja huella”, y que en el documento se pueden ver las huellas de las parroquias, las comunidades cristianas, los voluntarios, los donantes y el personal de Cáritas en su afán por practicar la justicia.
Por su parte, Mons. Atilano Rodríguez, agradeció “a las religiosas y los religiosos, los sacerdotes y los laicos que son quienes impulsan la actividad caritativa de la Iglesia con la manifestación del amor de Dios a través de sus vidas”.
El responsable de Cáritas en la Comisión Episcopal de Pastoral Social citó la exhortación apostólica Evangelii gaudium, para señalar que hoy existen nuevas pobrezas: la soledad, la falta de sentido, la trata de mujeres o la migración; y que es necesario abrir la mirada a estas realidades. Monseñor Rodríguez avanzó que, de cara al futuro, Cáritas seguirá colaborando con la Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús, y Justicia y Paz, así como con instituciones civiles, para trabajar y reflexionar juntos por la integración de los marginados y la justicia con los pobres.
Para Sebastián Mora, secretario general de Cáritas, “como dice el Papa Francisco, la realidad precede al pensamiento, y la realidad sigue siendo la del sufrimiento de los inocentes”. Aunque en los medios de comunicación y en el imaginario social la crisis va desvaneciéndose, “en esta Memoria se muestra que hace falta una mirada más global, más allá de las fronteras, que se centre en las personas. La pobreza sigue y los Derechos Humanos están todavía oscurecidos por los problemas económicos y sociales, pero es posible construir otra sociedad: lo palpamos en los centros y las paroquias que apuestan por la justicia y la esperanza”.
