Madrid, 7 de mayo de 2013 (IVICON).- En Roma, en la Curia General, entre el 8 y el 13 de abril, han tenido lugar las sesiones de trabajo del Prior General, su Consejo, y los ocho priores provinciales que representan a toda la Orden. El tema central, analizado desde todos los puntos de vista, era la revitalización, que los provinciales habían tratado previamente con sus respectivos consejos. Esta intensa experiencia de comunión se ha rubricado participando en un encuentro con el papa Francisco y el mensaje que le ha dirigido el padre General.
Objetivo primero del encuentro era tomar el pulso del proceso de revitalización en que la Orden está embarcada. La palabra la tenían los priores provinciales, que coinciden en que ya ha pasado el momento de la sorpresa inicial. Los documentos de mentalización que se han ido publicando, van calando en los religiosos, las comunidades, las delegaciones, vicarías y provincias.
La cuestión es encauzar el cambio a partir de una identidad propia. Para ello se quiere profundizar en la identidad y misión agustino-recoletas, que nace del encuentro con Cristo y se plasma en una historia y espiritualidad particulares. Se ha pergeñado todo un plan de formación para jóvenes y adultos, tanto en las etapas iniciales como en el día a día de las comunidades. Se ha insistido en compartir el carisma y la misión con los laicos, especialmente con las fraternidades seglares. Se ha anunciado la reciente creación para toda la Orden de un equipo de revitalización a base de ejercicios espirituales, talleres de oración y centros de espiritualidad. Se ha presentado un proyecto general de revitalización de parroquias según las exigencias de la nueva evangelización. A cada una de las demarcaciones y naciones se le pide elaborar el propio proyecto de vida y misión, y todos ellos se quiere estén integrados en un proyecto unitario de Orden.
El propio estilo, la comunidad
El estilo es la persona, se dice, forma parte de la propia identidad. En el caso de los agustinos recoletos, su estilo y la primera nota de su identidad propia es el ser comunitarios. Sin embargo, los peligros del individualismo o el provincialismo están siempre al acecho. Y en todo momento hay que prevenirlos reforzando la comunión a todos los niveles.
En la comunión se ve una de las claves tanto de la renovación como de la futura reestructuración. A los provinciales se les presentó una agenda común para todo el sexenio. Se anunció la puesta a punto de una base general de datos de la Orden. Se está intentando definir y preservar en todo el mundo la marca “Agustinos Recoletos” y su imagen corporativa. Se pide la colaboración de todos para articular una completa red de comunicaciones a todos los niveles. Se montan dispositivos como el Equipo de Renovación, cuyo campo de acción es el conjunto de la Orden. Se extienden a todos los países actividades interprovinciales como las semanas de formación permanente o las jornadas de formación propia, hasta ahora centradas en Europa. Las mismas misiones se ven en esta perspectiva, como terreno privilegiado en el que llevar a cabo la acción comunitaria e interprovincial.
La experiencia de comunión dentro de la Orden se alimenta de la que forma la entraña de la Iglesia. Y es en Roma, junto al Santo Padre, donde esa experiencia es más intensa y auténtica. Por eso se había previsto participar como grupo, representando a todos los agustinos recoletos, en la audiencia pontificia del miércoles.
El día 10 de abril, la plaza de San Pedro era una fiesta en la que cientos de grupos venidos de todo el mundo se arremolinaban junto al papa Francisco. En su alocución, con toda sencillez éste formuló la clave de la comunión en la Iglesia: “¡Tenemos dignidad de hijos! ¡Podemos vivir como hijos! ¡Comportémonos como verdaderos hijos!”. Los agustinos recoletos sintieron el impacto. Como se sintió impactado el Prior General cuando pudo saludar al Pontífice y, tras identificarse, le escuchó decir: “Ya los conozco”.
Aquella breve entrevista, interrumpida por el bullicio de la plaza de San Pedro, el Prior General la completó dos días más tarde, en un mensaje remitido a Su Santidad. En él daba cuenta a Francisco de la ocasión que había reunido en Roma a los máximos representantes de la Orden. Se refería a la audiencia general, que “fue para todos nosotros decía una experiencia de comunión”. Y concluía manifestando la total disponibilidad de los recoletos: “con nuestra oración, nuestra vida comunitaria y el servicio a la Iglesia deseamos revivir el espíritu de san Agustín y buscar aquello que más nos enciende en el amor a Dios y a los hermanos”.
Unos días después, desde la Secretaría de Estado llegaba la respuesta en la que el papa Francisco agradece el mensaje de adhesión, pide a los agustinos recoletos oraciones por él y por el fruto de su servicio a la Iglesia e imparte, finalmente, su bendición apostólica tanto al Prior General como a los miembros todos de la familia recoleta.