Madrid, 9 de junio de 2022 (IVICON); La Compañía de María ha celebrado los días 21 al 25 de mayo, en la Casa Provincial de Madrid, la segunda etapa de su tercer y último Capítulo Provincial como Provincia de España.
A lo largo de este año y coincidiendo con el Centenario de la Unión de todas las Casas de la Compañía bajo un único Gobierno General, se ha celebrado el XVIII Capítulo General en Roma y el III Capítulo Provincial de la Provincia de España.
El proceso de reflexión y discernimiento iniciado en noviembre de 2021 culmina el próximo 31 de julio con la erección de la nueva Provincia del Mediterráneo que comprenderá las actuales Provincias de España y Europa. En Madrid, estará la sede de la nueva Provincia del Mediterráneo.
Las palabras de Juana de Lestonnac “unid vuestras fuerzas” resuenan de manera especial en este momento de nuestra historia. Para las religiosas que formamos parte de la Provincia, no es un mero reordenamiento funcional, sino una experiencia espiritual que nos impulsa a renovar nuestro seguimiento de Jesús alentando el mayor servicio al Reino.
“Mediterráneo” es un nombre que evoca cruce de culturas y nexo de unión entre África, Asia y Europa. En nuestro caso, expresa también el deseo de seguir construyendo Compañía Universal.
En esta segunda etapa capitular, se han trabajado las líneas fuerza que servirán de base para el definir los objetivos del Proyecto de Misión de la nueva Provincia, así como las “Estructuras de Gobierno y Cauces de Participación” que nos permitirán llevarlos a cabo aportando el talante de sinodalidad que deseamos hoy como Iglesia.
Nélida Andrés, Superiora Provincial, en el Acto de Clausura agradeció el camino recorrido a lo largo de estos 18 años, años de apuestas fuertes, de apertura y flexibilidad, de gozo y de dolor en el que nos hemos sentido acompañadas por el Señor que nos conduce. Un camino que ha contado con el trabajo y el esfuerzo de todas las personas que somos y formamos parte de la Compañía en proyectos y obras apostólicas.
Con esperanza, nos abrimos a un tiempo nuevo en el que el Amor incondicional de Dios nos mantiene en la fidelidad leal y creativa que nos permitirá afrontar los retos y desafíos que se nos presentan.
