Madrid, 9 de junio de 2022 (IVICON); El pasado 28 de mayo la CONFER Galicia realizó una jornada de peregrinación a Santiago de Compostela durante el Año Santo.
La cita era en el Monte do Gozo, donde se inició con una oración y un canto. Los más jóvenes y los más agiles, bajaron andando los cinco kilómetros que separan la Ermita de la plaza del Obradoiro, ante la catedral, donde se habían dado cita. Los demás, en sus respectivos vehículos, llegaron al lugar donde se encontraron con centenares de peregrinos de todo el mundo que, felices y aliviados de haber llegado a su destino, sentados muchos en el suelo, en grupos, esperaron la hora de la celebración. Poder celebrar junto con todos ellos la Eucaristía del Peregrino, presidida por Mons. D. Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago, fue una gran alegría y experiencia nueva para muchos.
Esta peregrinación fue llevada a cabo por más de 120 religiosos y religiosas de las diferentes diócesis gallegas, dispuestos a vivir con el pueblo la experiencia de fe y fervor que se respira en este lugar. Gente cansada, pero contenta del esfuerzo realizado en el Camino: tantos momentos de encuentro con uno mismo y con otros hermanos con quienes, de camino, se comparte la propia experiencia de fe y de vida.
No faltó ni la Invocación al Santo, pronunciada por nuestra presidenta regional, ni el famoso Botafumeiro, que trajo a nuestra memoria sus orígenes cuando, en el siglo XI, tuvieron la idea de perfumar el templo para eliminar el mal olor que dejaban los peregrinos, sudorosos, enfermos muchos y agotados que, sin lavarse, ni albergues por el camino, habían recorrido cientos de kilómetros para “abrazar” al santo. Mucho han cambiado las cosas, pero la fe de tantos hermanos nos anima a seguir adelante, a trabajar, como Iglesia, en este tiempo Sinodal para construir juntos una Iglesia de hermanos intercultural y fraterna, portadora de Evangelio a nuestro mundo de hoy.
Terminada la Eucaristía, muchos nos dirigimos rápidamente a visitar la tumba de Santiago y rezar, ante ella, el Credo, la fe que profesamos y que nos une como hermanos.
Visitaron la Iglesia de San Francisco, cercana a la catedral. El Convento, fundado por San Francisco de Asís durante su visita a Santiago de Compostela, en 1214, en el lugar denominado Val de Dios, ha sufrido varias modificaciones. Del edificio original sólo quedan cinco arcos góticos en el claustro, reconstruido a principio del siglo XVII. También la iglesia barroca actual fue construida entre 1742 y 1749. Posteriormente una reforma neoclásica modificó la fachada, que incluye una imagen de San Francisco del escultor Ferreiro.
La tarde fue, una vez más, interesante e instructiva. El programa preveía una visita a la Ciudad de la Cultura. Complejo arquitectónico que ocupa una superficie de 141.800 metros cuadrados, sobre el monte Gaias y consta de diversos edificios modernos y funcionales: espacios expositivos, auditorios, salas de conciertos, conferencias… La Bilblioteca de Galicia, que conserva todo el patrimonio bibliográfico gallego. Centros de Emprendimiento, de Innovación cultural, modernización tecnológica, investigación, Instituto de Ciencias del Patrimonio… Y todo este inmenso complejo arquitectónico rodeado por el Bosque de Galicia que ofrece 34 hectáreas de especies autóctonas como castaños, robles o abedules, el Parque del Lago con zonas de ocio para niños y mayores, un Jardín Literario. ¡Qué decir! De no ser por el terrible calor a las 4 – 5 de la tarde… Una pasada…
Terminaron el recorrido en la Colegiata de Santa María la Real. Construida en el siglo XII a orillas del río Sar, es, junto con la catedral, la que conserva la mayor proporción de su estructura románica original. El interior es de bellas proporciones y sorprende por la ligera inclinación de las columnas que miran hacia las naves laterales. Maravilloso el claustro, uno de los más bellos del románico compostelano, del que solamente queda una de las alas originales. El resto es de los siglos XVII y XVIII. En el centro del jardín interior llama la atención una enorme pila donde se bautizaba a los fieles por inmersión.
En este hermoso lugar y ante la imagen de Santa María, dieron gracias al Señor por el estupendo día pasado juntos, por toda la riqueza de fe y de cultura que nos llevamos en el corazón; y la oración y nuestro canto de agradecimiento a María se hizo eco de todos los deseos de seguir CAMINANDO JUNTOS… de no cansarnos por duro y largo que sea el camino, de saber que el mundo, la Iglesia, cuentan con nosotros y, a la vuelta del camino nos espera con su realidad gozosa y dolorosa de cada día.
