Desde su elección en 2013, el papa Francisco ha impulsado una profunda renovación espiritual en la Iglesia católica, guiada por una visión pastoral centrada en la misericordia, el discernimiento y la formación integral. Su pontificado ha estado marcado por una serie de iniciativas que han transformado la manera en que la Iglesia forma a sus fieles y acompaña espiritualmente a sus comunidades.
Espiritualidad del encuentro y del discernimiento
Uno de los pilares de la espiritualidad promovida por Francisco ha sido el discernimiento. Influenciado por la espiritualidad ignaciana, el papa ha insistido en la necesidad de formar corazones capaces de escuchar la voz de Dios en medio de la complejidad del mundo contemporáneo. En documentos clave como Evangelii Gaudium y Gaudete et Exsultate, ha exhortado a los creyentes a cultivar una relación personal con Cristo basada en la oración, el silencio interior y la lectura orante del Evangelio.
El papa también ha revalorizado la dirección espiritual como herramienta fundamental para el crecimiento personal y comunitario, pidiendo que no sea una práctica limitada a religiosos y seminaristas, sino accesible a todo el pueblo de Dios.
La alegría del Evangelio es esa que nada ni nadie nos podrá quitar nunca (Jn 16,22). Los males de nuestro mundo y los de la Iglesia no deberían ser excusas para reducir nuestra entrega y nuestro fervor. Considerémoslos como desafíos para crecer. #EvangeliiGaudium
— Apostolica Sedes Vacans (@Pontifex_es) November 24, 2023
Enseñanza solemne dirigida al conjunto de la Iglesia
Cuatro han sido las ecíclicas publicadas por el papa Francisco durante su pontificado:
- Lumen fidei (29 de junio de 2013): Esta encíclica aborda la fe desde la perspectiva de la teología católica, con motivo del Año de la Fe.
- Laudato si’ (24 de mayo de 2015): Se centra en el cuidado de la casa común, es decir, el medio ambiente, y constituye un llamado a una conversión ecológica.
- Fratelli tutti (3 de octubre de 2020): Reflexiona sobre la fraternidad y la amistad social, proponiendo una forma de vida con sabor a Evangelio que trasciende las barreras geográficas y culturales.
- Dilexit nos (24 de octubre de 2024): En esta encíclica, el Papa Francisco profundiza en el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo, invitando a renovar la devoción al Sagrado Corazón como fuente de amor y misericordia.
Reformas en la formación sacerdotal y la vida consagrada
En el ámbito de la formación, Francisco ha promovido una revisión profunda de los programas de formación sacerdotal y religiosa. En 2016, se publicó la nueva Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, que establece directrices para una formación más humana, espiritual, intelectual y pastoral, poniendo énfasis en el acompañamiento, la madurez afectiva y la cercanía al pueblo.
Asimismo, ha llamado a una vida consagrada más profética y encarnada, lejos de estructuras autorreferenciales, insistiendo en la formación permanente, la vida comunitaria y el testimonio evangélico en contextos de frontera, especialmente en las periferias geográficas y existenciales.
La sinodalidad como camino espiritual
La sinodalidad, concepto central del pontificado de Francisco, no solo es un método de gobierno, sino también una experiencia espiritual. Los procesos sinodales convocados por el papa —como el Sínodo sobre la Amazonía (2019) y el actual Sínodo sobre la sinodalidad (2021–2024)— han sido ejercicios de escucha del Espíritu Santo en la diversidad de voces dentro de la Iglesia. Francisco ha querido que la sinodalidad transforme la manera de vivir la fe: de forma más participativa, corresponsable y abierta al diálogo.
#OremosJuntos para que la Iglesia, fiel al Evangelio y valiente en su anuncio, viva cada vez más la sinodalidad y sea un lugar de solidaridad, de fraternidad y de acogida. #IntencióndeOración pic.twitter.com/TvCJNDybZJ
— Apostolica Sedes Vacans (@Pontifex_es) October 3, 2022
Formación que integre a la persona
Teresa Comba, CRSD, responsable del Área de Formación y Espiritualidad de la CONFER, destaca cuatro tipos de espiritualidad llevadas a cabo durante el pontificado de Francisco. Espiritualidad de la resistencia, del encuentro, de máximos y del discernimiento. Sobre la formación destaca la integración a la persona: “intelectual, humana, afectiva y espiritualmente, que, desde el inicio, esté en contacto directo con la vida de las demás personas y que continúe a lo largo de toda la vida”.