Madrid, 27 de octubre de 2022 (IVICON); El secreto está en mirarnos. Con este lema, comenzaba el EJIF’22 (encuentro de jóvenes interfranciscano), un encuentro muy esperado y, desgraciadamente, aplazado por la pandemia. Y es que, según dicen los organizadores, cuando conoces a alguien de verdad, con una mirada, las palabras sobran. Y fue así como casi 200 jóvenes procedentes de las diferentes familias del carisma franciscano pudieron conocerse durante el fin de semana del 21 al 23 de octubre en el Colegio Fundación Caldeiro, donde los hermanos amigonianos les acogieron.
Poco a poco iban llegando de diferentes lugares de toda España, también de Francia y Portugal. Música, baile, juegos, diversión… la alegría y la fraternidad no faltaron desde el primer momento, e hizo que, si había alguna duda, todos se sintieran como una sola familia. Y así comenzaron el primer día concluyendo con una oración donde compartieron sus deseos más sinceros para este encuentro.
En el segundo día pudieron conocer a fray Luis Salazar, capuchino. Desde su experiencia, como influencer católico y, además, franciscano, animó a evangelizar desde estos nuevos púlpitos que nos encontramos. Y después comenzó la feria. Sí, la feria franciscana donde cada familia acercó a su realidad local y compartió cómo viven el carisma franciscano.
Por la tarde continuaron con talleres con tintes franciscanos: magia, música, poesía, danza contemplativa, oración, expresión corporal, escape room, manualidades… Y tras un descanso, tuvieron una Vigilia de Adoración donde se adelantaron a celebrar el Espíritu de Asís. El colofón lo tuvieron por la noche, donde se pudo disfrutar de un concierto muy especial a manos de Jesús Cabello, cantautor católico, donde con su música, testimonio y algún que otro toque de humor, movió no sólo los cuerpos, sino también el corazón.
Y finalmente el domingo, a pesar de la lluvia, se emprendió una marcha hasta la Basílica de Jesús de Medinaceli, donde los hermanos capuchinos dieron la bienvenida y pudieron visitar la Basílica y concluir el encuentro con la Eucaristía, que celebraron en la cripta.