Madrid, 3 de abril de 2024 (IVICON): El Espacio Maldonado de Madrid ha sido el elegido este año para celebrar una nueva edición de la Semana Nacional para la Vida Consagrada, organizada por el ITVR.
‘Comunión y fraternidad: dos tareas siempre pendientes’ ha sido el lema de este año. En su sesión inaugural, Antonio Bellella, CMF, director del Instituto, ha recalcado la dificultad que existe al anunciar el Evangelio sin comunión y fraternidad.
El encuentro, que también puede seguirse de manera virtual, ha tenido aproximadamente 2.000 seguidores, y ha contado con la presencia del cardenal Aquilino Bocos Merino, CMF, María José Tuñón, ACI, directora de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la CEE, Francisco García, decano de la Facultad de Teología de la UPSA, Jesús Miguel Zamora, secretario general de la CONFER y Adolfo Lamata, CMF.
“Ser luz del mundo y levadura en la masa”
El que fue fundador de la Semana Nacional de Vida Consagrada, el Cardenal Aquilino Bocos, CMF, ha realizado una llamada a todos los consagrados a ser “expertos en comunión y a ofrecer a este mundo tenso y dividido, en el que vivimos, un testimonio inequívoco de fraternidad. Es nuestra mejor contribución a la sinodalidad en la Iglesia y a la paz en todos los pueblos”, ha agregado. Debemos “ser luz del mundo y levadura en la masa”.
Por otra parte, el secretario general de la CONFER, Jesús Miguel Zamora, FSC, también ha dedicado unas palabras a los consagrados que están siguiendo esta Semana. «Es bueno indagar qué nos ha llevado a no derrochar Fraternidad y escogernos en la Comunión, porque son (y seguirán siendo, aunque nos duela) tareas pendientes. Dios es pascua y es comunidad. La fraternidad se rehace en el vivir cotidiano. La sororidad no es un invento actual sino una de tantas hermanas que han vivido y viven a fondo su llamada”.
“La comunión auténtica es el fundamento”
Sor Simona Brambilla, Secretaria del DIVCSVA también ha estado presente a través de una mensaje escrito que ha leído la secretaria del ITVR Laura Zamora.
“La comunión auténtica es el fundamento sobre el cual nace y se desarrolla la fraternidad entre las personas. Cuando compartimos nuestra vida de manera gratuita y desinteresada, según el Espíritu de Dios y en el ejercicio de las virtudes, nos convertimos en parte de ese único cuerpo que llamamos comunidad/fraternidad. Es a través del perdón dado y recibido, y de la mutua acogida, que transformamos nuestra experiencia de vida comunitaria en un vivo reflejo del amor de Dios”, ha comenzado advirtiendo.
El tiempo sinodal como reto a la Vida Consagrada
Mons. Luis Marín de San Martín, OSA, subsecretario del sínodo de los obispos ha inaugurado la primera ponencia de la Semana.
Bajo el título: El tiempo sinodal como reto a la Vida Consagrada, Monseñor Luis Marín ha interpelado a los presentes sobre la sinodalidad: «No hay varitas mágicas que traen el cambio en nuestro Instituto o en nosotros. Dios no actúa en nosotros sin nosotros. La sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio: es una gracia, pero requiere nuestra aceptación»
«Necesitamos que los consagrados estén en la vanguardia de la Iglesia, en primera línea, optando por vivir la radicalidad evangélica generadora de entusiasmo. Esto solo es posible desde Cristo resucitado».
Cuatro momentos para compartir
El programa se divide en cuatro momentos bajo los títulos; en camino – en comunión – en fraternidad y en construcción.
Entre otros, los temas a tratar serán el “Egocentrismo y narcisismo como dos tendencias de nuestro tiempo con la profesora María Pilar Quiroga Méndez, de la Facultad de Psicología de Salamanca, “Nuevas fraternidades en Misión Compartida con Ana Isabel Vicente, CD o el “Carisma que genera un nuevo proyecto de fraternidad con Chema Pérez-Soba, laico vinculado a los Maristas, entre otros.