Madrid, 9 de octubre de 2014 (IVICON).- En la tarde de ayer se celebró en el Centro Cultural de Arganzuela una interesante mesa redonda organizada por las Obras Misionales Pontificias con motivo de la celebración del DOMUND. Tres obispos misioneros relataron su experiencia, su vivencia entre los más pobres. José Ángel Divasson, de Puerto Ayacucho (Venezuela); Juan José Aguirre, obispo de Bangassou (Centroáfrica), y Kike Figaredo, obispo de Battambang en Camboya testimoniaron con sus palabras cómo la Iglesia está presente en medio del sufrimiento del mundo llevando un mensaje comprometido de esperanza.
La mesa redonda estuvo moderada por el presidente de CONFER, el P. Luis Ángel de las Heras quien destacó el papel de los tres obispos en una “Iglesia en permanente estado de misión”.
Señalaron la importancia de recuperar el sentido misionero del bautismo para que todos los católicos nos sintamos llamados a la misión. Divasson también habló de la importancia del respeto intercultural, de la riqueza que supone cuando los pueblos indígenas viven la fe a su manera y la incorporan a su identidad cultural.
Juan José Aguirre relató la situación que está viviendo Centroáfrica, el expolio que sufre la población y cómo los misioneros están presentes en los lugares donde no hay nadie. Indicó que es fundamental que nuestra sociedad conozca lo que pasa en otros lugares, que haya más información de lo que le ocurre a la gente en otros países, que es una de las maneras de comprometernos desde aquí con la labor de los misioneros.
Por su parte, Kike Figaredo destacó que lo mejor que la vida religiosa y la Iglesia puede aportar a la sociedad es un cambio en las formas, en la manera de estar presente en medio de la gente con sencillez.
“Los misioneros parten con dos mochilas, una llena para repartir, y otra vacía para llenarla. Se llena antes la vacía, que se vacía la llena”