Madrid, 1 de octubre de 2013 (IVICON).- Del 27 al 29 de septiembre se reunieron en San Lorenzo del Escorial hermanas dominicas de menos de 55 años de varias congregaciones. Ha sido un segundo encuentro en el que han participado más de 50 hermanas de vida apostólica y donde también se hizo presente la vida dominicana contemplativa desde el Monasterio de La Piedad de Palencia. Se trabajó y compartió a través del lema “Juntas… alabar, bendecir, predicar”.
Iniciamos el encuentro con el saludo cercano y muy fraterno que nos envió, desde Bolivia, la Hna. Pino Calderín, Presidenta del Secretariado de Dominicas de España y Portugal (SEDEP) y priora general de las Dominicas de la Sagrada Familia, mensaje que fue leído por la Hna. Luz Ortigosa, priora general de las Dominicas de la Enseñanza que estuvo presente en el encuentro.
Con la oración y presentación de las participantes se iniciaron estos días que se centraron en momentos de trabajo general y en grupo. Acompañó la jornada Hna. Oliva Vico, Dominica de la Congregación de Sto. Domingo que, con un discurso muy positivo, resaltó la riqueza de la vida consagrada dominicana y el futuro que tenemos por delante “Juntas”, e hizo una llamada a “levantar la mirada, pues mirarse a uno mismo es un empobrecimiento”. Para esto, destacó que es necesario trabajar para tener una salud integral y definir un proyecto de vida con un reto: anunciar el mensaje del Reino como una propuesta de vida y de felicidad, pues la gente distingue si hay o no un proyecto claro. Es, en definitiva, ser buscadoras de Dios. Como Dominicas lo que nos une y tiene sentido es la pasión por el Reino.
Para esto destacó que hay que cuidar la autoestima, conocer nuestro mundo emocional y enfocar las situaciones de la vida desde un sistema de pensamiento racional, no distorsionado, desarrollando un sistema de comunicación que nos permita establecer relaciones interpersonales satisfactorias con habilidades sociales que favorezcan el afrontamiento de conflictos. Insistió en que es importante desarrollar el sentido del humor.
Por otra parte, es fundamental el conocimiento y manejo de nuestro mundo emocional. Debemos tener entrañas que se rompan al ver y mirar el dolor del mundo. Hay que mirar como Dios mira a su pueblo, un Dios que se revela en la Palabra. Y por último, también incidió en vivir desde la sinceridad el perdón y la reconciliación, ya que no podemos quedar “enganchadas” en algo que no aporta nada positivo. Superar y vivir ese perdón ayuda al equilibrio y la salud integral.
La evaluación de estos días fue muy positiva y se acordó un nuevo encuentro para el año 2014 de cara a seguir compartiendo experiencias de misión y crear lazos de comunión entorno al carisma de Santo Domingo de Guzmán. Se clausuró la jornada con la Eucaristía presidida por P. Oscar Jesús Fernández, op., que nos animó a ir entretejiendo en nuestras vidas el “alabar, bendecir y predicar”, para así llegar a los hermanos y ser alabanza, bendición y palabra para nuestro mundo.
Hnas. Gemma Morató y Conchi García