Este sábado hemos podido conocer uno de los primeros nombramientos de la nueva prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica Simona Brambilla. De acuerdo con el papa Francisco, ha nombrado a los españoles Clara Echarte FI, religiosa hija de Jesús y José Antonio Satué, obispo de Teruel y Albarracín como delegados pontificios para el Instituto de las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará y para el Instituto del Verbo Encarnado, respectivamente.
El comunicado publicado este sábado y que también está firmado por el subsecretario, Aitor Jiménez Echave explica que el objetivo es continuar acompañando al Instituto de las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, particularmente «en lo que se refiere a la formación, la disciplina religiosa, el apostolado y el gobierno».
Para el Dicasterio, “en las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará y en el Instituto del Verbo Encarnado existe una fecunda potencialidad de bien y un serio compromiso en la sequela de Cristo y en el trabajo apostólico, sostiene la esperanza en el comienzo de un renovado camino, en la disponibilidad a la leal colaboración con la Santa Sede y con los Pastores de las Iglesias particulares”.
“Diseñaremos el camino a seguir en ambos institutos”
Clara Echarte, en sus primeras declaraciones a las Hijas de Jesús ha asegurado: “Acojo con fidelidad la labor que me ha encomendado el Papa Francisco de guiar y acompañar a las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. En colaboración con Mons. José Antonio Satué, nombrado también Delegado Pontificio para el Instituto del Verbo Encarnado, diseñaremos el camino a seguir en ambos institutos. Durante la Visita Apostólica a las Servidoras he podido dialogar con muchas hermanas y sé de sus deseos de fidelidad a Dios y a la Iglesia. Con esperanza, guiaremos este camino de renovación sabiendo que la Iglesia es Madre y de todos cuida”.
El Verbo Encarnado es un movimiento fundado hace cuatro décadas que cuenta con más de 3.000 religiosos distribuidos en 150 presencias en 45 países y cerca de un centenar de diócesis.
Clara de 71 años y natural de Durango (Vizcaya), tendrá como colaboradora a otra española, María José Gay, superiora general de las Carmelitas Misioneras Teresianas entre los años 2016 y 2024. Según indica el decreto, Clara Echarte “guiará a las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará ad nutum Sanctae Sedis, en diálogo con los obispos en los que este Instituto está presente, con todos los poderes de gobierno, a norma del derecho universal y de las respectivas Constituciones y con la plena facultad de derogar estas últimas. Se le encomienda de modo particular la renovación de los itinerarios de formación, la reforma del derecho propio y la comunicación trasparente a todos los miembros y la conciencia leal acerca de los delitos cometidos por el fundador de ambos institutos, el P. Carlos Buela”.
Entre las medidas que adopta Roma en relación a estas consagradas de nuevo cuño está la prohibición de que ingresen “nuevas candidatas y de admitir al noviciado, por un período de tres años”. Se trata de una medida sin precedentes en la reciente historia de la Iglesia.