Madrid, 16 de abril de 2015 (IVICON).- En una fuerte denuncia de los abusos que sufren decenas de millones de niños víctimas del trabajo infantil, enrolamiento forzoso como «niños soldado», abusos sexuales, violencia doméstica, situaciones de pobreza y de guerra, etc. el Papa Francisco afirmó en la Audiencia General del pasado miércoles 8 de abril que su sufrimiento «es un grito que sube a Dios y que acusa al sistema que nosotros, los adultos, hemos construido».
La segunda audiencia general sobre los niños, estuvo dedicada específicamente a sus problemas. El Santo Padre lamentó que ante los casos de pobreza, fragilidad, abandono, etc. «alguno se atreva a decir para justificarse que ‘ha sido un error traerles al mundo’. ¡Esto es vergonzoso! No descarguemos sobre los niños las culpas nuestras. ¡Por favor! ¡Con los niños no se juega!».
Ante más de cincuenta mil peregrinos que acudieron a la plaza de San Pedro a pesar del frio y el viento, Francisco advirtió que «también en los llamados países ricos muchos niños sufren dramas que los marcan de modo grave a causa de la crisis de la familia, del vacío educativo y de condiciones de vida a veces inhumanas. Son infancias violadas en el cuerpo y en el alma».Según el Obispo de Roma, «demasiadas veces recaen sobre los niños los efectos de vidas desgastadas por un trabajo precario y mal pagado, horarios insoportables, transportes ineficientes… Pero pagan también el precio de uniones inmaduras y de separaciones irresponsables».
En el Nº 202 de E. G. dice: “La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar, y los planes asistenciales que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras”.
Con este motivo el Grupo Intereclesial de Infancia ha convocado un Diálogo Abierto en la Universidad de Comillas de Madrid que se celebrará esta tarde a las 17h. Será un espacio de tiempo reducido, unas dos horas, pero el suficiente para reflexionar en común a cerca de la dura situación que viven muchos de nuestros niños y niñas en España.