Madrid, 1 de septiembre de 2014 (IVICON / masdecerca.com).- Bajo el título “Líneas orientativas para la gestión de los bienes en los institutos de vida consagrada y en las sociedades de vida apostólica” la CIVCSVA ha hecho pública una breve carta circular con el fin de ofrecer a ecónomos y responsables de las comunidades religiosas “sugerencias útiles para la reorganización de las obras”. A comienzos del mes de septiembre, la editorial Publicaciones Claretianas pondrá al servicio de la vida consagrada esta breve circular.
El documento, que lleva fecha del 2 de agosto, está firmado por el Cardenal Prefecto Joao Braz de Aviz y por el Arzobispo Secretario, el franciscano José Rodríguez Carballo. El documento es fruto del simposio sobre la economía que tuvo lugar del 8 al 9 de marzo pasado en la Pontificia Universidad Antonianum. El tema de los trabajos se refirió precisamente a la gestión de los bienes eclesiásticos religiosos “al servicio del humanum y de la misión de la Iglesia”. El Papa Francisco había intervenido con un articulado mensaje donde invitaba a “testimoniar y vivir el principio de gratuidad y la lógica del don, para oponerse a una economía de la exclusión y de la iniquidad”.
Por lo demás, explica la carta circular, “el campo de la economía es instrumento de la acción misionera de la Iglesia”. Y dado que el simposio reafirmo que los bienes de los institutos religiosos son “bienes eclesiásticos”, “la necesidad de bienes económicos no debe superar nunca el concepto de los “fines” a los cuales ellos deben servir”. En efecto, en el espíritu de pobreza que caracteriza a las comunidades religiosas, el uso de los bienes debe estar orientado al “desarrollo de la misión”.
He aquí por qué, al indicar en la gestión transparente y profesional de los bienes de los institutos religiosos un medio útil para su misión, la carta circular desea —en la línea de las conclusiones del simposio— una atención a la dimensión evangélica de la economía, construida por la fraternidad y la comunión. El texto contiene, por último, una invitación a dar a conocer el contenido del documento y hacer llegar al Dicasterio, antes del 31 de enero próximo, posibles observaciones y sugerencias. Todo parece apuntar a que en un futuro no muy lejano la CIVCSVA pudiera hacer público un documento de mayor entidad sobre la cuestión.