«Los que se alejan del Vaticano II, generan división», el cardenal João Braz de Aviz en la Asamblea de la CONFER

Madrid, 14 de noviembre de 2013 (IVICON).- El Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica ha estado presente hoy en la XX Asamblea General de CONFER, compartiendo con los más de 300 Superiores y Superioras Mayores que forman la Asamblea la oración de laudes, la ponencia “La Vida Religiosa, signo de comunión en la Iglesia para el mundo” y la celebración de la Eucaristía que ha presidido.

En sus primeras palabras, ha saludado cariñosamente a la vida religiosa en España, manifestando las ganas que tenía de poder compartir este espacio. También ha hablado sobre su experiencia durante los últimos meses en Roma y lo que ha supuesto la llegada del Papa Francisco para la Iglesia.

En su ponencia, ha destacado la importancia del Concilio Vaticano II en la renovación de la Vida Consagrada y ha declarado que “quien se aleja del Concilio, genera división”. “La estructura carismática no es menor a la estructura jerárquica, ambas dimensiones son igualmente esenciales para la construcción divina del mundo”, así, la Vida Religiosa está en el corazón mismo de la Iglesia.

“Necesitamos religiosos y religiosas con una gran madurez humana, no podemos parecer extraterrestres ante la gente”. “Todos somos discípulos de Jesús, también yo Cardenal, y hay que ver dónde está nuestro corazón: en la riqueza, en el número de religiosos… ¿dónde está nuestra seguridad?”

También ha hablado sobre el servicio del amor, que pierde su sentido si los enfermos y ancianos de las congregaciones son un peso para nosotros. “Hemos caído en el individualismo reinante en la sociedad, somos monjes individualistas”

Otro de los temas que ha tratado en su ponencia es sobre la autoridad en el seno de la Iglesia, que no puede convertirse en autoritarismo. Los Superiores Mayores no pueden no tratar a sus hermanos con cariño, el cuidado de la vida comunitaria, el amor fraternal es esencial para que la vida religiosa sea un signo creíble en nuestros días. La obediencia tiene sentido desde el amor, si no se convierte en esclavitud.

«El mundo de hoy no entiende que para amar hay que abajarse, hay que hacerse pequeño». «Desde esta perspectiva del amor, es igual de importante presidir una Eucaristía, cocinar, limpiar…»

La ponencia completa se podrá descargar en la web de CONFER.

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