Madrid, 09 de julio de 2024 (IVICON): La Conferencia Episcopal Española (CEE) y la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) han presentado este martes en manos de sus presidentes, las Líneas de Trabajo de las Instituciones Católicas en España en materia de abusos sexuales.
Estas líneas de trabajo se han constituido conjuntamente para afrontar con claridad y rigor los desafíos y retos que están pendientes de respuesta en «nuestras instituciones, haciéndonos cargo de la responsabilidad que concierne a la Iglesia». El presidente de la CONFER, Jesús Díaz Sariego, OP, también ha señalado que la Iglesia viene trabajando, «por su solidaridad con el sufrimiento», desde hace varios años en todo lo relativo a los abusos sexuales a menores. Pero hoy, la Iglesia en su conjunto «da un paso grande en España». Una muestra «pública y visible», de un discernimiento común. Sin perder el objetivo, que son las víctimas, «ellas son el centro de nuestro trabajo». También ha destacado que aún queda mucho trabajo por hacer, «pero ya partimos de una base muy desarrollada y vivida en comunión».
«Hay que respetar a todas las víctimas. Las diócesis y las congregaciones religiosas llevan tiempo escuchando a víctimas que quieren ser anónimas»
— CONFER (@MediosConfer) July 9, 2024
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5 líneas de trabajo
Estas líneas expresan lo que las instituciones eclesiales ya están realizando e indican los principios que orientan el trabajo de la Iglesia en adelante. Son las siguientes:
- Reconocer y reparar. En esta línea se encuadra el reconocimiento y la reparación simbólica a través de la adhesión al acto público de reconocimiento a las víctimas; el reconocimiento y reparación de las víctimas de abusos sexuales prescritos o en los que el victimario ha fallecido; y el reconocimiento y reparación de aquellos casos en los que la acción penal no ha prescrito. Esta línea de trabajo incluye la elaboración del Plan de Reparación Integral a los menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de abusos sexuales (PRIVA).
- Atender a las víctimas y/o supervivientes. La propuesta trata de asegurar la atención integral de las víctimas y/o supervivientes en particular a través de las Oficinas de Atención a las Víctimas.
- Prevenir. Continuar la difusión en los centros educativos de la Iglesia de la “Guía para la prevención y reparación de abusos sexuales a menores en centros educativos” publicada por Escuelas Católicas; y trabajar en la implantación en los centros de la figura del coordinador de bienestar y protección.
- Formar y sensibilizar. En esta línea se busca la formación de los profesionales en contacto con personas menores de edad en materia de violencia sexual; y la sensibilización con la difusión de las medidas de prevención y protocolos de las instituciones educativas de la Iglesia.
- Informar e investigar. Mediante la promoción de estudios sobre la prevalencia de violencia sexual en la infancia y la adolescencia.
Plan PRIVA
El PRIVA es una parte del trabajo realizado dentro de las Líneas de Trabajo de las Instituciones de la Iglesia Católica en España. Se elabora a raíz del Informe del Defensor del Pueblo. Va dirigido a menores abusados sexualmente y a personas equiparadas en derecho (personas mayores de edad que tienen un uso imperfecto de la razón) cuyos casos hayan prescrito o en los que el victimario haya fallecido.“Afrontamos con este plan aquellos aspectos en los que las respuestas no han sido suficientemente claras y poder así lograr una posible colaboración entre la Iglesia y los poderes públicos”.
Para llevar a cabo el PRIVA se va crear una Comisión Asesora formada por 4 personas del ámbito jurídico, 4 del ámbito médico forense, 1 representante de la CEE y 1 representante de CONFER, expertos en el tema. A petición de la propia Comisión, se podrá convocar a 1 persona representante de asociaciones de víctimas o de asociaciones que trabajan con víctimas. Los miembros de la Comisión Asesora serán nombrados por la Comisión Permanente de la CEE a propuesta del Secretario General, que valorará las propuestas formuladas por el Servicio de Coordinación y Asesoramiento de las Oficinas diocesanas para la protección de menores. La Comisión tendrá un Presidente y un Secretario, que serán designados de entre los representantes de la CEE y de la CONFER, que ejercerán sus funciones de manera rotatoria y alternativa durante el plazo de un año. La Comisión Asesora se reunirá periódicamente al menos, con carácter mensual.
El trabajo de la Comisión pondrá siempre a la víctima en el centro, tratando de no revictimizarla para que toda la información con la que se cuenta por parte de las oficinas de diócesis y congregaciones o por parte de la oficina de atención a víctimas dependiente del Defensor del Pueblo, llegue a la Comisión sin necesidad de que la víctima tenga que volver a empezar de nuevo a narrar su historia. La Comisión analizará los daños en los casos de abusos que puedan ser atendidos por la situación personal de la víctima, y ofrecerá posibles soluciones a las entidades a las que corresponda ejecutarlas.
La Comisión, con la ayuda de la Vicesecretaría para Asuntos Económicos, elaborará un posible baremo o sistema de valoración de los daños y perjuicios padecidos. Para ello se tendrán en cuenta los baremos propuestos por la ley civil y los criterios orientadores de otras Conferencias episcopales del entorno.
