León XIV: «En los pobres, Cristo sigue teniendo algo que decirnos”

El papa León XIV ha publicado este jueves su primera exhortación apostólica, titulada Dilexi Te (“Te he amado”), dedicada al amor de Cristo por los pobres y a la vocación de la Iglesia de ser reflejo vivo de esa ternura divina.

El documento, heredero del proyecto que el papa Francisco preparaba antes de su fallecimiento, se inspira en las palabras del Apocalipsis: “Te he amado” (Ap 3,9). A través de ellas, León XIV invita a redescubrir que cada persona, especialmente la más débil o marginada, es destinataria del amor preferencial de Dios. “En los pobres —dice el papa— Cristo sigue teniendo algo que decirnos”.

Tres capítulos de profunda reflexión teológica y espiritual

“No estamos en el horizonte de la beneficencia, sino de la Revelación”, afirma el texto, recordando que el encuentro con los pobres es un modo fundamental de encontrarse con el mismo Cristo.

En tres capítulos de profunda reflexión teológica y espiritual, Dilexi Te ofrece una meditación sobre el misterio del amor misericordioso del Señor. El Santo Padre recuerda que Jesús mismo se hizo pobre, vivió entre los humildes y se identificó con los que sufren. Por eso, el encuentro con los pobres no es una opción secundaria, sino el camino mismo del discipulado: “No se puede amar a Dios sin amar al prójimo”, afirma.

León XIV denuncia con claridad las nuevas formas de pobreza y exclusión que hieren al mundo actual, e invita a todos los cristianos a una conversión del corazón que los lleve a una caridad más viva y concreta. No se trata —advierte— de simple filantropía, sino de reconocer en los necesitados la presencia del Señor que pide ser amado, servido y honrado en ellos.

A lo largo del texto, León XIV recorre la historia de la Iglesia recordando cómo los santos, los monjes, los religiosos y religiosas y tantos fieles anónimos encarnaron este amor preferencial de Dios por los pobres. Su testimonio es un modelo de santidad activa que une oración y servicio, contemplación y compromiso.

“Una Iglesia pobre y para los pobres” —expresa el papa citando las palabras de su predecesor— “es aquella que camina con ellos, que escucha su clamor y que reconoce en su fragilidad la fuerza del Evangelio”.

Con Dilexi Te, León XIV invita a toda la Iglesia a renovar su rostro misionero y compasivo, para que el amor de Cristo, manifestado en la cruz y en los pequeños, siga iluminando el corazón del mundo.

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