Madrid, 15 de enero de 2014 (IVICON).- En Quillán, diócesis de Carcassonne – Francia – el 3 de diciembre de 1839 daba comienzo con una pequeña escuelita, la Congregación de Hermanas del Ángel de la Guarda.
El 3 de diciembre del año 2014 todas las comunidades se visten de fiesta, pues se abre un año de gracia como preparación a la celebración de los 175 años de la Congregación. Ese día, todos los Gobiernos de la Congregación iniciamos la apertura con una Eucaristía celebrada en Quillán, pues entendemos que, un Año de gracia, es júbilo, es volver a las fuentes con ilusión renovada, es seguir sembrando y hacer memoria viva con semillas de evangelio.
Luis Ormières y Madre San Pascual, nuestros Fundadores, han puesto los cimientos y han dejado un legado que, hoy las Hermanas del Ángel de la Guarda, vivimos y agradecemos. Celebrar los 175 años es adentrase en el espíritu de los Fundadores, es reafirmar el carisma recibido y es también hacer memoria agradecida de tantas hermanas que, a lo largo de estos años, han seguido las huellas de quienes nos precedieron y con su vida han ido dejaron frutos de santidad.
Hoy, nuestra Congregación presente en Europa, América, África y Asia, tiene el compromiso de “Ser y hacer verdaderos discípulos de Cristo” en los distintos países donde se realiza la misión a través de la educación, la acción misionera, el cuidado de los enfermos y la acción pastoral con niños, jóvenes y adultos. Todo esto con un estilo propio ser ángeles visibles, “como el ángel, que guía, libera, acompaña, bendice y alaba”.