El Congreso de Cuidadanía convocado por las ONGD Jóvenes y Desarrollo, Bosco Blobal, junto a REDES que forma parte de Enlázate por la Justicia, ha sido todo un éxito. Organizaciones sociales, en el ámbito de Iglesia, involucradas en la Educación para el Desarrollo Sostenible y la Ciudadanía Global, han reflexionado este martes sobre el papel fundamental de los cuidados en la sociedad, explorar nuevas formas de colaboración, analizar críticamente las estructuras que vulnerabilizan y fomentar la construcción de un mundo más justo y equitativo.
¿Por qué CUIdadanía?
En la tarea de construir un mundo más justo y sostenible, el cuidado es esencial en todos los ámbitos y a todos los niveles: el autocuidado, el cuidado del planeta y el cuidado comunitario. De base está la constatación de una realidad fundamental: somos seres vulnerables, todos y todo lo creado, y necesitamos unos de otros para que los proyectos vitales, y la vida misma, puedan ser viables. Partimos de una vulnerabilidad constitutiva y de la interdependencia. Crear espacios compartidos y de sinergia es vital para conocernos, compartir, enriquecernos y crear juntos.
La primera Mesa Redonda ¿Por qué se cuida?, que contó con expertos de distintas áreas: Alba Artiaga (ciencias políticas y sociología), Marta Pascual (ecología) y Luis Aranguren (ética y filosofía), centró el tema en la disyuntiva de cuidarnos o perecer. La cultura patriarcal, el sistema colonial, el capitalismo y la sociedad tecnológica, mercantil y consumista, han implantado sistemas de vida cuyos efectos son la desigualdad y pobreza crecientes, la destrucción del planeta y la diversidad ecológica, humana y social, la infelicidad y precariedad de la salud mental y social.
Es necesario defender órdenes políticos, económicos y culturales que nos hagan posible VIVIR. La riqueza está en los vínculos humanos, no en la acumulación. Es posible construir un mundo con otras reglas. Ante esta realidad que vivimos, o cuidamos o perecemos. Todo depende de las decisiones que tomamos. En el fondo del cuidado están los vínculos, las relaciones. El cuidado se asienta en vínculos sólidos. Estamos en un fin de época, la era de la certidumbre, de la eficiencia, de la invulnerabilidad, del descuido en su inmensa plenitud, del afán de apoderarnos de todo y de todos.
Somos parteras/os del cuidado, dar paso a la vida. Para ello hemos de definir qué es lo esencial que queremos conservar: el sentido de comunidad, del vínculo, de la protección, la sensibilización, la colaboración ante el sufrimiento y la debilidad.
Generas espacios de escucha al interior de los equipos y organizaciones
La tarde estuvo capitaneada por una mesa redonda bajo el título: Cuidar en nuestras instituciones, resistencias, contexto. Ahí participaron Carolina Alonso, de Asoc CONVIVES (Asturias); Mauricio Pinto, de Valencia Acull; y Guenther Eduardo Boelhoff, directos Cáritas Diocesana Valladolid. Destacaron la importancia de generas espacios de escucha al interior de los equipos y organizaciones, donde “contar no solamente lo que pasa, sino también lo que nos pasa y lo que nos traspasa”. Somos personas frágiles e integrales, lo que vivimos y vemos nos afecta y de ja una huella emocional. Somos fragilidades habitadas y la conversación puede ser espacio de sanación.
Conservar la “pequeñez”, donde la institucionalización, la burocracia y presiones administrativas o políticas no ahoguen los sueños, el proyecto y la capacidad de remover las estructuras y ser alternativa para aquellos por los que existimos. Nuestros proyectos son proyectos humanos, que dan voz a quienes no la tienen, y junto a ellos “arañan” lo que bloquea los derechos, la inclusión y la participación de todos.
Para finalizar organizaron El “Taller de Cuidatopías”, que tuvo como fruto nueve “Planes de urbanismo” donde el factor humano y ecológico es el eje sobre el que pilotan las propuestas de cuidado e integración, de generación de tejido social.