Madrid, 26 de enero de 2022 (IVICON); El día 22 de enero, se proclamaba beatos a cuatro personas que, no solo con este reconocimiento oficial de sus virtudes los podemos tener como ejemplo, sino que a lo largo de sus vidas, y cómo no, de su muerte, sentimos que ya forman parte de una historia valiente de la Iglesia y en los cuales reconocemos a fuerza de Dios que animó sus vidas.
Hoy todos nos alegramos por su reconocimiento oficial y se nos proponen como ejemplos de fe en la lucha ordinaria de la vida, donde el seguimiento de Jesús va marcando pequeñas entregas que, en su caso, llegaron a la entrega total de su vida de manera violenta.
No le volvieron a cara al testimonio de la fe en Jesús cuando las cosas se pusieron difíciles ni dejaron para más adelante, por miedo o por cobardía, entregar la vida a favor de los pobres y desfavorecidos. Su ejemplo molestó a los grandes de esta tierra que se creían que, con la fuerza de las armas, era posible acallar la semilla de una sangre derramada en testimonio de su fe. Una fe que se vive en servicio total, desinteresado, alegre en medio de la dificultad, porque Jesús ha transformado sus vidas y les ha llenado de su Espíritu.
La Conferencia Española de Religiosos (CONFER), también se alegra con sus hermanos latinoamericanos y con toda la CLAR, que festejan el testimonio rotundo de la verdad de unas vidas entregadas por amor, porque supieron comprender que perder la vida por Jesús es ganarla y porque, a ejemplo también de su pastor Oscar Romero, su vida es semilla de nuevos cristianos cuyo recuerdo y compromiso perdurarán en tantos cristianos que hacen de sus vidas pequeñas semillas, pero enormemente valiosas, de Evangelio.
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