Iglesia por el Trabajo Decente denuncia que la economía sumergida perpetúa la vulnerabilidad de cientos de miles de trabajadoras

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo 8 de marzo, Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) denuncia cómo la economía sumergida perpetúa la vulnerabilidad de millones de trabajadoras, negándoles derechos fundamentales y condiciones dignas de vida. “Muchas trabajadoras en empleos informales se enfrentan a jornadas extensas, salarios bajos y despidos arbitrarios. La situación es aún más grave para las mujeres migrantes, quienes, debido a barreras administrativas, racismo y xenofobia, se ven obligadas a aceptar empleos informales. Además, muchas enfrentan riesgos de trata y explotación sexual”, señalan las organizaciones que forman parte de esta iniciativa entre las que se encuentra la CONFER.

La economía sumergida impide que muchas mujeres accedan a empleos justos y equitativos, obligándolas a aceptar condiciones abusivas, sin contratos ni protección social. En España, se estima que el 18% del PIB proviene de la economía sumergida, con una mayoría de mujeres afectadas, especialmente empleadas del hogar, jornaleras, cuidadoras y limpiadoras.

Renovar el compromiso con la justicia social

Ante esta realidad, ITD propone medidas concretas para erradicar la precariedad laboral de las mujeres. Entre ellas, figuran la regularización laboral en sectores como el doméstico, agrícola y de servicios; el fortalecimiento de la inspección laboral para combatir abusos y explotación; la regularización de personas migrantes, garantizando derechos laborales y sociales; la formación y capacitación para mejorar el acceso a empleos de calidad; el acompañamiento pastoral y social, con un compromiso firme de la Iglesia en la defensa de las trabajadoras más vulnerables y la conciliación y corresponsabilidad, promoviendo políticas que equilibren la vida laboral y familiar.

En este 8 de marzo, ITD invita a renovar el compromiso con la justicia social. “Sigamos luchando por un mundo donde el trabajo sea una fuente de vida plena y donde ninguna mujer sea invisible”, concluye el manifiesto.

La iniciativa Iglesia por el trabajo Decente (ITD) comenzó su andadura en 2014 y está formado por organizaciones de inspiración católica y congregaciones religiosas, entre las que se encuentran Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, la Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC). Su objetivo es sensibilizar, visibilizar y denunciar una cuestión esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y reivindicar el trabajo decente «hacia el interior de estas organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad». 

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