Madrid, 7 de marzo de 2022 (IVICON); La Provincia de España de las Religiosas de la Asunción acoge el Consejo General Plenario que reúne a las superioras provinciales de las 15 provincias de la Congregación.
El Consejo general plenario tiene como misión estrechar la unión de corazón y de espíritu en la Congregación. Evalúa, en el discernimiento, la aplicación de las decisiones del Capítulo general. En él las diferentes provincias se abren al bien general de la Congregación y de la misión, en función de los grandes problemas del mundo. Asegura así el dinamismo misionero de la Congregación. Es también un lugar de formación. (Regla de Vida de las RA 101).
Fue inaugurado con una Eucaristía solemne presidida por el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid el 1 de marzo. Los trabajos se desarrollarán hasta el 31 de marzo. El lema del encuentro es “La manera de ser Asunción. Reestructuración y colaboración. Es una locura no ser lo que se es con la mayor plenitud posible (santa María Eugenia de Jesús).”
En el encuentro participan la superiora general y sus 4 consejeras, además de 15 hermanas superioras provinciales de las distintas Provincias de las Religiosas de la Asunción: Asia Pacífico (Filipinas, Vietnam, Japón, Tailandia); India, África del Este (Kenya, Tanzania); África Oeste (Costa de Marfil, Níger, Togo, Benin, Burkina Faso y Guinea Bissau); Madagascar; África Central (Camerún y República Democrática del Congo); Ruanda – Chad; Europa (Inglaterra, Bélgica, Lituania e Italia); Francia; España; Atlántico Sur (Brasil y Argentina); América Central-Cuba (El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Cuba); USA; Ecuador y México.
Las Religiosas de la Asunción fueron fundadas el 30 de abril de 1839 en París por santa Mª Eugenia de Jesús con tres hermanas. El carisma de las Religiosas de la Asunción une «una vida contemplativa iluminada por los estudios religiosos y el principio de una vida activa de fe, celo y libertad de espíritu». María Eugenia describe así la vida de la Congregación en 1843. Y añade: «Creo que estamos llamadas a honrar el misterio de la Encarnación y la persona sagrada de Jesucristo (…) esto es lo que domina nuestra visión de la educación».