Madrid, 19 de septiembre de 2017 (IVICON-OMPRESS).- Ayer comenzó el Curso Intensivo de Formación Misionera que se llevará a cabo hasta el 15 de diciembre próximo en la sede de la Escuela de Formación Misionera, calle Marqués de Mondéjar, 32 de Madrid. Se trata de una institución de formación misionera de la Iglesia católica, abierta a quienes desean vivir su vocación en la misión Ad Gentes.
El Curso Intensivo de Formación Misionera va dirigido a congregaciones de religiosos, institutos misioneros, asociaciones laicales, sacerdotes diocesanos, que busquen una formación permanente y actualizada. En definitiva, hombres y mujeres llamados a compartir la fe más allá de las fronteras y que, en la práctica, hacen de este curso intensivo una verdadera escuela de vida misionera.
El curso se divide en cinco bloques. El primero, enfocado a la realidad mundial, se centra en la lectura cristiana de la realidad, ecología, violencia, inmigrantes y refugiados. El segundo, centrado en las grandes religiones, el diálogo interreligiosos y ecuménico. En el tercer bloque se reflexionará sobre la Misión en la Biblia y Teología, animación y cooperación misioneras, historia de la Evangelización, promoción, justicia y misión, entre otros temas. El cuarto estará centrado en los ámbitos y responsables de la misión, como, por ejemplo, análisis social, político, económico y eclesial de Europa, África y América latina y Misión e inculturación. Por último, el quinto bloque estará dedicado a Talleres que girarán en torno a la afectividad y misión, proyectos, participación comunitaria, salud. Como actividades complementarias habrá también espacios para compartir testimonios, comidas, visitas, mesas redondas y una peregrinación a Javier, cuna del patrón de las Misiones, san Francisco Javier.
Según explican los patrocinadores, (OMP, CONFER, IEME, OCSHA, ISCAM, OCASHA-Ccs, Comisión Episcopal de Misiones, Coordinadora de Laicado Misionero y La Salle ARLEP) la Escuela de Formación Misionera, constituida formalmente desde el año 1991, no consiste en acumular saberes, sino en capacitarse para olvidarse de lo mucho que sabe y abrirse a las riquezas del pueblo que recibe para que sean reconocidas, valoradas y cuidadas. El misionero debe aprender a mirar a Jesús misionero constructor de Reino. Y esta lección es más difícil de aprender que la de acumular conocimientos. El cometido de la Escuela es, ante todo, ayudar a la persona a situarse en otra onda. Debe salir y llegar para ponerse a caminar con sus nuevos hermanos y meter sus pies en los zapatos de ellos, en su cultura, en sus costumbres, con las claves de ellos, porque el Evangelio es Buena Nueva para todas las culturas, Buena Nueva no sólo de la cultura que se trae sino también de la cultura a la que se llega.
Para más información: www.escueladeformacionmisionera.org
