Sabías que… Mujeres en la Iglesia

Sabías que... Mujeres en la Iglesia

Celso, en el s.II, despreciaba al cristianismo por ser una religión de mujeres. A lo largo de toda la historia ellas han sido mayoría; actualmente son algo más del 51% de los bautizados. La vida consagrada sigue la misma dinámica: en 2022, los religiosos profesos (no sacerdotes) eran 49.414, mientras las religiosas profesas eran 599.228. Ellas también superaban a los sacerdotes, religiosos y seculares, que sumaban en total 407.730. (Fuente: Informe Agencia Fides. Anexo datos 1988-2022. Vatican News).

Situación insostenible y algunas luces

Las mujeres bautizadas, en general, y las religiosas, en particular, han estado desde muy pronto representadas  por los varones y sometidas a su arbitrio y decisiones, sin posibilidad de representar ni de ocupar puestos  en los lugares donde se decide, en última instancia, la vida de los bautizados. La protesta de las superioras mayores ante el Vaticano, en 2016, puso de manifiesto este escandaloso, injusto y antievangélico sinsentido en la vida consagrada.  El papa Francisco ha hecho algunos nombramientos que constituyen un pequeño signo que esperamos no quede en mera anécdota.

Nombramientos para distintos cargos de responsabilidad, como los de B. Jatta; R. Petrini; G. Gambino; L. Ghisoni; C. Ros; N. Govekar; E. Cuda; C. Murray; Ch. Kreuter-KirchofN. BecqartM. L. Zervino. En las últimas semanas ha nombrado a Simona Brambilia, como Prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Representa un paso adelante respecto al papel de las 23 auditoras que tuvieron en el Concilio Vaticano  mujeres como Pilar Belosillo o Cristina Estrada.

Lectura crítica de la Biblia y protagonismo de las mujeres

La lectura crítica de la Biblia, y del Nuevo Testamento en especial, enseña que las mujeres estuvieron presentes desde el comienzo y tuvieron un papel más importante del que se ha hecho visible en la redacción de los textos bíblicos y, sobre todo, en las interpretaciones masculinas posteriores. Muchas veces, han invisibilizado o tergiversado aquellas figuras femeninas y su importancia, fueran narradas o históricas.

El caso de María Magdalena es paradigmático, aunque no es el único. El interés y el estudio riguroso y crítico de muchas biblistas y teólogas está ayudando a redescubrir el mensaje, situado en su contexto, permitiendo apreciar las luces que aquellos prendieron y comprendiendo mejor las sombras inevitables.

Mujeres religiosas en la Asamblea de la CONFER

La presencia y actuación de las bautizadas en la historia

En el s.XIV, debido a unos versos misóginos, estalló en toda Europa lo que se denominó “La querella de las mujeres”, en la que se discutía la capacidad intelectual y moral de las mujeres. Escritores y universidades se posicionaron a favor o en contra aduciendo diversos argumentos. Suele ponerse el final en el s.XVIII, pero la realidad es que, más o menos maquillada, aún perdura. También intervinieron mujeres, muchas religiosas y otras no, que defendieron con sus escritos la igual capacidad femenina  intelectual y moral femenina. La lectura de sus escritos y sus argumentos contestando las razones masculinas mayoritarias muestran la persistencia de estas aún en nuestros días.

Es una deuda mencionar, aunque sea solo  algunas de estas mujeres cuyos nombres y obras han quedado en la sombra o fueron censurados, tachados en sus pasajes más críticos: Arcángela Tarabotti (benedictina); Juana Inés de la Cruz (jerónima); Teresa de Jesús (carmelita)¸ Mary Ward ( Irlandesas o religiosas de Loreto) o las llamadas “monjas jesuitas”: Luisa  de Carvajal e Isabella Belinzaga. Entre las mujeres no consagradas hay que mencionar a Christine de Pizan, Marie le Jars de Gournay, Isotta Nogarola; Veneranda Bragadin; Josefa Amar.

Apenas empezando se ciernen nuevas amenazas

La situación actual de auge de la ultraderecha y las ideologías autoritarias que no dudan en utilizar la religión (no solo el cristianismo, pensemos en Afganistán) para sus fines, aplastando todo espíritu crítico y la posibilidad de adquirirlo, hace temer que también en la Iglesia se produzca una involución. El papel de ciertas fundaciones que usan con desparpajo la fe y la religión, pretendiendo defenderla, hace temer por lo conseguido.

Los derechos alcanzados por el feminismo frente a las prebendas y razonamientos del patriarcado son, según muchos analistas, parte de las razones de ese auge. Lo profético hoy en día pasa por ser personas críticas con ello y unirse a las mujeres (y varones) que en la sociedad civil trabajan por no retroceder.

Texto: Carmen Bernabé. Doctora en Teología Bíblica por la Universidad de Deusto.

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